Comienza un nuevo curso escolar y con él vuelve un tema que ahora mismo está en boca de todos los padres, los deberes o tareas escolares. Más concretamente, lo que se está planteando en este momento es si los niños tienen demasiados deberes, o si lo miramos desde el otro prisma, si los profesores mandan demasiadas tareas para casa.

La primera cuestión que debemos plantearnos es si los deberes escolares son o no necesarios, unido a la cantidad de deberes que se asignan a los estudiantes. ¿Mejoran realmente el rendimiento académico de los alumnos?.

El objetivo principal por el cual se ha llevado a cabo hasta ahora la  prescripción de deberes para casa, ha sido la contribución al desarrollo de habilidades personales de los alumnos tales como la organización y el compromiso personal, la adquisición de disciplina y responsabilidad, el refuerzo de aprendizajes adquiridos y como pilar fundamental, la mejora del rendimiento académico.

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 Los datos de investigaciones actuales sugieren que existe una correlación positiva entre la realización de deberes escolares y el aumento o mejora del rendimiento académico. Pero para que esta relación sea tanto o más positiva (efectiva), deben cumplirse una seria de condiciones o criterios básicos:

  • Explicar cómo deber ser la tarea, incluyendo la previsión del tiempo que debe emplearse para la misma.
  • Permitir que comiencen las tareas en el tiempo de clase para asegurar su comprensión.
  • Relacionar las tareas con el trabajo o tema visto en clase.
  • Permitir que los estudiantes comenten y trabajen juntos en dichas tareas.
  • Corregirlas y comentarlas en clase.
  • Limitar la cantidad o número de tareas asignadas.

El cumplimiento de dichas condiciones en la programación por parte de los centros escolares de las tareas para casa, proporcionará a los estudiantes beneficios tanto en el ámbito académico como fuera del mismo: mayor comprensión, mejora del aprendizaje, mejora de la organización, desarrollo de la independencia.

Es en este punto donde introducimos la variable implicación parental para el apoyo en la realización de dichas tareas. La ayuda para hacer los deberes puede tener implicaciones tanto positivas como negativas. Que los padres hagan los deberes de sus hijos no implica ninguna relación positiva ni para el aprendizaje ni para el rendimiento escolar. Entonces, ¿cómo podemos ayudarles?. Está igualmente demostrado que la implicación parental será más positiva cuando se centre en incrementar la motivación y el soporte afectivo para la realización de estas tareas. Resolver las dudas concretas que tengan  sobre unos ejercicios de matemáticas les ayuda a terminar esos deberes y continuar con otros pero, ¿de qué manera hemos contribuido a su aprendizaje?.

 En mucho casos, este apoyo necesita reforzase mediante el empleo de técnicas y métodos de estudio que les permitirán trabajar de manera autónoma y eficaz, y conseguir al mismo tiempo un hábito en la realización de sus tareas, llevándoles finalmente al éxito académico que deseamos.

Es frecuente que un bajo rendimiento en los estudios esté influido por un ‘no saber estudiar’, por la falta conocimiento de métodos y estrategias que deben seguirse para conseguir un mejor aprendizaje, además de por la actitud planteada frente la enseñanza recibida.

Los aspectos fundamentales para un buen desarrollo de las estrategias de estudio podrían resumirse básicamente en:

  • Conseguir unas condiciones físicas y ambientales óptimas en el espacio de estudio.
  • La planificación del trabajo y el tiempo (administración del tiempo).
  • La adquisición y puesta en práctica de las técnicas básicas de estudio: lectura, subrayado, esquemas, gráficos, memorización, mapa conceptual, etc.
  • La preparación para la realización y afrontamiento de los exámenes y trabajos.

Recogiendo información sobre los hábitos y técnicas de estudio que posee cada alumno, se puede pronosticar su influencia en el aprendizaje y diseñar un posible programa de intervención para su perfeccionamiento o adquisición cuando éstos sean deficientes o no existan.

El aprendizaje y desarrollo de dichas técnicas debe estar respaldado por profesionales que ayuden a los alumnos a adquirir y mejorar dichas habilidades, hasta el punto de conseguir un aprendizaje autónomo que refuerce su motivación y autoestima, además de la consecución de las metas en el ámbito escolar.

Desde nuestro gabinete ofrecemos apoyo y asesoramiento en el aprendizaje de técnicas y hábitos de estudio para todos aquellos alumnos que deseen mejorar su aprendizaje y actitud ante los estudios.

5 thoughts on “CÓMO AYUDAR A NUESTRO HIJO CON LOS DEBERES

  1. Hola, he leído tu blog y me gustaría consultarte.
    Tengo un niño de 9 años a punto de cumplir los 10, que ya el curso pasado tenía días que terminaba los deberes sobre las 10 de la noche, ¿como podría ayudarle para intentar organizar mejor sus tareas?.

    1. Hola José Luis,
      La organización en el estudio es muy importante. Lo principal para conseguir una buena organización es valorar dos aspectos: el número de tareas que hay que realizar y el tiempo disponible para ellas. Para hacer esta valoración funciona muy bien elaborar un horario. Ese horario debe contener todas las horas del día, desde que el niño se levanta para ir al colegio, hasta la hora a la que normalmente se acuesta, y tiene que abarcar los 7 días de la semana (los fines de semana también se deben planificar). En él vamos a ir poniendo todo lo que hace durante el día (levantarse, ir al colegio, salir del colegio, merienda, actividades extra escolares si las hay, deberes, cena, etc.). Con ello podremos tener una visión general de cómo es el día a día de nuestro hijo, y ten por seguro que nos sorprenderá. Hay días que seguramente tengan casi todas las horas ocupadas con actividades o realización de tareas. Por ello, con esta imagen presente, hay que llevar a cabo una organización de su tiempo. En ese tiempo hay que incluir los deberes, que seguramente abarquen también algunas horas. Es muy importante intentar que finalicen las tareas del colegio antes de la cena, y que si es posible tenga un rato libre para jugar o ver la tele con la familia, y también cumplir con ese horario establecido, teniendo siempre en cuenta que puede haber imprevistos, pero debemos hacer del horario un hábito más en su día a día.
      Todo esto puede parecer muy complicado, y muchas veces pensaremos que es imposible, pero piensa que este mismo ejercicio lo hacemos los adultos en muchas ocasiones cuando queremos sacar tiempo para alguna actividad extra, y encajamos los horarios de tal manera que nos permitan trabajar, estar con la familia, y tener nuestros ratos de ocio.
      Si necesitas ayuda puedes consultarme. Mándame un correo a garcia.beatriz@gmail.com, y nos ponemos en contacto.
      Un saludo

  2. Gracias por esta entrada. Somos muchos los padres que nos estamos preocupando por este tema tan polémico. Con todos estos aspectos a considerar, nos ayuda a pensar y recapacitar. Me ha ayudado mucho. Aun así, me gustaría consultarte mas detalles sobre los hábitos que tenemos en casa, para saber si lo estamos haciendo correctamente, pues a mi hija le cuesta mucho concentrarse. Me pondré en contacto contigo.
    Un saludo y gracias por esta gran aportación.

    1. Hola Patricia,
      Gracias por tu comentario.
      Indicarte que si deseas consultar algo más sobre este tema o concretar algún aspecto, puedes ponerte en contacto conmigo por teléfono o en el mail de contacto. Estaré encantada de echarte una mano para que puedas ayudar mejor a tu hija.
      Un saludo

  3. Hola, yo tengo 3 niños, una niña de 10, un niño de 7 y otro mas pequeño de 5 años.
    Cada vez que nos sentamos con ellos para hacer los deberes, hay peleas. Es imposible tener la tarde tranquila. En cuanto uno empieza a protestar, sigue el otro. Es un suplicio conseguir sentarse con ellos y que se concentren. Ni con castigos conseguimos nada. No les dejamos ver la tele o jugar a los video juegos hasta que no terminen. Las tardes son agotadoras. Que podemos hacer? Estamos desesperados y cansados?
    Muchas gracias.

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